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La Capilla del Rosario fue construida sobre los cimientos
de la vieja iglesia de troncos y paja fundada por el propio Bartolomé
Colón.
Los estudios arqueológicos llevados a cabo en este lugar
por los investigadores Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega, han
contribuido a clarificar los cimientos de la fundación, así como los pisos
de cal de 1498, revelándose que el espacio fue usado desde el principio
para una iglesia cuya advocación a la virgen del Rosario debió ser
posterior.
En los trabajos de investigación aparecieron alfarerías
españolas muy tempranas, así como un recipiente para santos óleos del
siglo XV lo que evidencia la antigúedad de la primera fundación y su uso
como iglesia.
La actual capilla es una construcción tardía. La iglesia
ha sido utilizada como recinto militar durante la ocupación haitiana, y
luego durante el período de la anexión a España. 37 esqueletos de muy
diversas épocas, incluyendo dos del siglo XV y comienzos del siglo XVI,
han sido rescatados en el lugar. La zona fue antes un poblado indígena con
grupos taínos que luego se adaptaron a la forma de vida española. En el
lugar hubo contrabando durante los siglos XVII y XVIII, a juzgar por los
materiales holandeses, pipas de gress, restos de vasijas hechas en delft,
y otras evidencias.
Desde la zona norte de la Capilla del Rosario partían los
caminos que iban hacia el este, y que salían de la playa llamada "del
Desembarcadero", antes de que hubieran puentes modernos sobre el río
Ozama. Al pie de la capilla los habitantes de la capital en épocas de
Nicolás de Ovando y después, buscaban agua de los manantiales del Rosario,
de mucho mejor calidad que el agua de pozos y aljibes construidos en la
nueva ciudad fundada por Ovando en 1502, luego del traslado a la parte
occidental. |