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Situada en la calle Las Damas, y estudiada
por el Dr. Manuel de Jesús Mañón Arredondo, desde el punto de vista
histórico, se trata de una residencia con decoración nobiliaria,
representada en el famoso "Escudo de los Dávila", en el cual figuras con
cuerpo y cola de león, con cabezas y alas de ave de rapiña, posiblemente
águilas, sostienen el blasón de la familia, armas representativas de estos
nobles españoles.
La casa de los Dávila es complejo de tres
construcciones que incluyen la casa de la familia, el llamado "Fuerte
Invencible", que cubría parte de la entrada al río Ozama, y la Capilla de
los Remedios, una joya arquitectónica de la época.
La casa de familia presenta arquerías
mirando hacia un patio interior cuadrado elevado en dos plantas. Amplias
habitaciones y pasillos con arcadas caracterizan el edificio, puesto en
valor por el arquitecto Teódulo Blanchard, con la colaboración del
arquitecto Eugenio Pérez Montás.
La familia Dávila vino a Santo Domingo
formando parte de las personalidades que llegaron en 1502, junto al
gobernador Frey Nicolás de Ovando. Fue por tales razones de los nuevos
habitantes que recibieron del gobernador importantes prebendas, entre las
que se encontraron repartimientos de solares y facilidades para la
construcción. Francisco Dávila, el pater familias, era entonces regidor, y
ya en 1514 era oidor de la Real Audiencia y encomendero, así como
propietario de muchas tierras. Hizo rápidamente fortuna, instituyendo su
mayorazgo en el año de 1554. En el documento de mayorazgo están descritas
las propiedades.
En 1712, don Antonio de Coca y Oviedo, uno
de los descendientes de Francisco Dávila fue sometido a acción judicial
por abandono del mayorazgo, juicio en el que es posible seguir la
his-toria del grupo de casas y de las posesiones familiares reclamadas
ahora por el Estado. En aquella época, el "Fuerte del Invencible", según
los datos de María Ugarte, había pasado a llamarse "Fuerte de Don
Antonio". |