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El antiguo templo fue fabricado entre 1569 y
1572 y representa el tipo de iglesia con una nave, crucero no acusado
hacía el exterior, ábside poligonal y una bóveda de cañón sobre arcos
torales apuntados, según lo señala E. Walter Palm. Los ontrafuertes son
oblicuos, a la manera del siglo XV.
En la citada iglesia estuvo la Santísima
Virgen de La Altagracia, desde los días mismos del siglo XVI, cuadro que
ahora reposa en la Basílica de Higúey dedicada a su culto.
La tradición cuenta que un buen cristiano de
la provincia viajaba con frecuencia a otros pueblos y que una hija le
pidió como encargo una Virgen de La Altagracia, pero al regresar había
olvidado dicho encargo. En un próximo viaje juró traer el encargo, lo
buscó sin encontrar el cuadro que la hija deseaba. Al regresar a la
pensión o lugar donde estaba alojado, y luego de la pesadumbre de no haber
podido encontrar la imagen, vio un rollo y el mismo no era otro que el
cuadro de la Virgen. Nadie nunca reclamó el cuadro ni cobró dinero por la
obra. Así el buen hombre partió hacia Higuey movido por la fe y el
milagro. Desde entonces la Virgen de La Altagracia es parte de las
festividades del lugar.
En el sitio de Quibor, Venezuela, la virgen
es también la patrona del lugar y su culto fue llevado allí por un colono
venezolano que había vivido en La Española, el capitán Gracián de
Alvarado, acontecimiento que el historiador venezolano Hno. Nectario María
ubica entre 1600 y 1620. |