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El inicio de la obra se debió a la solicitud de
una cofradía llamada Cofradía de los Remedios que luego se convirtiera en
Cofradía del Carmen. El ábside, según E. Walter Palm, sería la única parte
del siglo XVII, puesto que para este autor fue en el siglo XVIII cuando se
"acrecentó" la iglesia.
Los anexos hechos en el siglo XVIII, a pesar de que no
estaban en el plano inicial, desconocido, se hicieron con galanura de
detalles y en organizada secuencia nunca en desafío a las líneas
originales del comienzo del siglo XVII.
La mezcla de materiales resulta armónica pese a
las diversas épocas. La bóveda de medio cañón es de ladrillo en la parte
que corresponde al siglo XVII.
El templo, en donde reposa la imagen de El
Nazareno, es uno de los más tradicionales de los feligreses católicos del
país. La imagen de este Cristo, para algunos milagroso, fue comprada en
1630 cuando aun la iglesia era una simple capilla, y considerada como
imagen procesional del miércoles santo, por lo que desde entonces sale
dicho día por las calles de la ciudad tal procesión fue autorizada en
abril 24 de 1636.
En esta iglesia fue párroco el cura Gaspar
Hernández, cuya estatua adorna parte de su espacio exterior, y en ella, y
desde su púlpito, el prelado criticó muchas veces la ocupación haitiana
del territorio nacional. Igualmente, el padre de la Patria Juan Pablo
Duarte y los demás miembros de la sociedad La "Trinitaria", luego
del juramento patrio el 16 de julio del 1838, se inclinaron ante la imagen
de la Virgen del Carmen solicitando su protección a la campaña
libertadora.
Miembros de la cofradía o Hermandad del Carmen
tuvieron derecho a ser enterrados en la iglesia, en la que reposan por lo
menos 37 personas, entre los cuales se pueden citar al historiador
Bernardo Pichardo, a Pedro Carrasco, y el autor del primer himno nacional
dominicano, Juan Bautista Alfonseca, creador también del merengue Juana
Quilma, considerado por muchos el primer merengue. |