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El ejemplar de Santo Domingo se repite con casi iguales
proporciones en la villa de Bánica, lugar fronterizo de población canaria
reforzada también en el siglo XVIII.
Estas joyas de la relojería solar son de las pocas
que se consenvan en América, y aun se mantienen funcionando para atracción
de dominicanos y extranjeros.
Durante el período de Carlos III la ciudad de Santo
Domingo volvió a tener cierta importancia. Tal afirmación está
caracterizada por una serie de obras de ingeniería y por la planificaron
de algunos sectores de la ciudad de Santo Domingo.
Los muros de la Torre del Homenaje fueron mejorados, se
planificaron varias puertas con estilo de la época, como la de la
fortaleza, y se completaron otros paños de muralla. Planos de la ciudad,
con proyectos de defensa, fueron muy importantes para la época. Muy cerca
del reloj del sol funcionó la llamada Picota, lugar de ejecución y castigo
de la época. |