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La enorme estatua de Gonzalo Fernández de
Oviedo, quien en la Torre del Homenaje escribiera su Historia General y
Natural de las Indias, sirve de frontis al edificio iniciado por el
Comendador Frey Nicolás de Ovando, posiblemente en 1503, un año después
del traslado de la Villa de Santo Domingo desde la orilla oriental del
Ozama al sitio en la cual se encuentra hoy.
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Fernández de Oviedo, considerado el más
importante y desapasionado de los historiadores de Indias, fue Alcaide de
la Fortaleza, que vista a la distancia revela las líneas francas y a veces
duras del tipo de recinto militar de la época.
La Torre del Homenaje podría ser la más antigua obra
relacionada con la fundación de la ciudad de Santo Domingo durante su
traslado a la parte occidental del río Ozarna. Se trata del recinto en el
cual también debió vivir, provisionalmente, el gobernador Ovando mientras
se construía su casa y las demás viviendas del momento en que se
levantaron las primeras obras de materiales nobles en la nueva fundación.
Allí vivió provisionalmente, en 1509, el
virrey Diego Colón. Gonzalo Fernández de Oviedo fue durante
más de veinticinco años el cronista oficial de Las Indias. Ya desde 1505,
en la ciudad de Toro, y muerta la reina Isabel la Católica, Fernando el
Católico encargó a Fernández de Oviedo la compilación de las noticias
sobre los Reyes de España. Salió hacia América en 1514, dando varios
viajes cuando por cuarta vez, en 1532, es designado cronista y en 1533
acepta la alcaidía de la fortaleza levantada años antes por el gobernador
Ovando. Ya en 1534 comienza a publicarse su Historia. En 1536 luego de
viajar nuevamente, hace su quinto viaje y retorna a Santo Domingo, donde
permanecerá por diez años. Tomó a España en 1546 y volvió a Santo Domingo
como regidor perpetuo de la ciudad. Murió, luego de larga obra y cerca de
los ochenta años, este renacentista. Su entierro fue en la "muy noble y
leal ciudad de Santo Domingo". Al momento de morir en sus manos reposaban
las llaves del sitio en el cual escribió su Historia y las Quinguagenas.
Estatua y fondo, revelan el afán de dos vidas fundadoras, la de Fernández
de Oviedo y la de Frey Nicolás de Ovando, el gran
constructor. |