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Las arcadas del patio interior de la Casa
de Rodrigo de Bastidas, son realmente parte de un conjunto mayor en el
cual se destacan los espacios más claros y rutilantes de la arquitectura
colonial hispanoamericana.
La casa del Adelantado Rodrigo de Bastidas
fue edificada, junto al recinto de la Torre del Homenaje que Ovando
levantara, a principios del siglo XVI.
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Bastidas, fundador de ciudades en la costa
sudamericana, como la de Santa Marta, conquistador y también Almojarife
Mayor y Alcalde Ordinario de la Villa de Santo Domingo, fue de los
primeros en enriquecerse con los tesoros y aventuras iniciales de América.
Su vida, accidentada, en la cual hubo lances,
orgías, mujeres y tizonas, ha sido documentada por Carlos E. Deive en uno
de sus libros.
Hombre de arrojo y valentía sin igual, fue
representante de una casta de hidalgos con grandes virtudes y defectos no
menos grandes. Sus restos reposan en la Catedral de Santo Domingo, luego
de su trágica muerte en 1527, en la isla de Cuba. La casa fue ocupada
luego por su hijo el Obispo Rodrigo de Bastidas, y por su nieto con nombre
similar, yerno de Gonzalo Fernández de Oviedo, quien por tanto tiempo
fuera alcaide de la fortaleza.
La Casa de Bastidas tiene tres mil metros
cuadrados. Su fachada se integra por el oeste al muro de la fortaleza. Las
arquerías son los elementos más destacables de este recinto con largos
pasillos, con habitaciones con puertas a los pasillos, sobrias y de
envigado grueso y elegante.
Rodrigo de Bastidas, Obispo, fundó en 1551
el mayorazgo de los Bastidas, por lo que la casona fue utilizada durante
más de un siglo por los herederos y familiares del primer Adelantado.
El actual apellido Lavastida, según María
Ugarte, sería una corruptela del apellido Bastidas, siendo este apellido
común aún en familias dominicanas actuales. |